Fundar 25 Resultados para: celos

  • si el marido sospecha algo y llega a sentir celos por ella, se haya o no deshonrado en realidad, (Números 5, 14)

  • la llevará al sacerdote y presentará por ella como ofrenda cuatro kilos y medio de harina de cebada, sin derramar aceite sobre ella ni poner encima incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda de denuncia de una falta. (Números 5, 15)

  • Pondrá a la mujer en presencia del Señor, le descubrirá la cabeza y le pondrá en las manos la ofrenda conmemorativa, es decir, la ofrenda de celos, mientras él tiene en su mano el agua amarga de la maldición. (Números 5, 18)

  • Tomará después de mano de la mujer la ofrenda de celos, la presentará al Señor y la depositará sobre el altar; (Números 5, 25)

  • Éste es el ritual para casos de celos: cuando una mujer haya sido infiel a su marido y se haya deshonrado, (Números 5, 29)

  • o cuando el marido se haya puesto celoso y sienta celos por su mujer, el marido hará comparecer a su mujer en presencia del Señor, y el sacerdote hará con ella todo este rito. (Números 5, 30)

  • Moisés le respondió: "¿Tienes celos de mí? ¡Ojalá que todo el pueblo del Señor profetizara y el Señor les diera su espíritu!". (Números 11, 29)

  • Me dan celos con un dios que no es dios, me irritan con dioses ilusorios; pues yo les daré celos con un pueblo que no es pueblo y los irritaré con una nación fatua. (Deuteronomio 32, 21)

  • le indignaron con sus colinas, con sus ídolos excitaron sus celos. (Salmos 78, 58)

  • Eligen cada año a uno con poder y dominio en todo el imperio, y le obedecen todos sin que tengan envidias o celos. (I Macabeos 8, 16)

  • porque los celos encienden el furor del marido, y no perdonará en el día de la venganza; (Proverbios 6, 34)

  • Ella: Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo; porque es fuerte el amor como la muerte; inflexibles, como el infierno, son los celos. Flechas de fuego son sus flechas, llamas divinas son sus llamas. (Cantar 8, 6)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina