Fundar 17 Resultados para: hacerles

  • no sea que digan en la tierra de la que nos has sacado: El Señor no ha sido capaz de llevarlos hasta la tierra que les había prometido. Los ha hecho salir de aquí por odio, para hacerles morir en el desierto. (Deuteronomio 9, 28)

  • en cuanto lo supieron, se reunieron en Silo para subir contra ellos y hacerles la guerra. (Josué 22, 12)

  • La noticia agradó a los israelitas y bendijeron a Dios; no hablaron más de ir contra ellos para hacerles la guerra y devastar la tierra en que vivían los de Rubén y los de Gad. (Josué 22, 33)

  • En todas sus expediciones, la mano del Señor pesaba sobre ellos para hacerles mal, como el mismo Señor se lo había dicho y jurado. (Jueces 2, 15)

  • dividió el mar para hacerles pasar, sosteniendo las aguas como con un dique; (Salmos 78, 13)

  • Los de la ciudadela tenían bloqueados a los israelitas en torno al templo y trataban continuamente de hacerles daño y apoyar a los gentiles. (I Macabeos 6, 18)

  • Salió rápidamente de Jerusalén para hacerles frente en la región de Jamat, sin darles tiempo de entrar en su territorio. (I Macabeos 12, 25)

  • envía también ahora, oh Señor del cielo, tu ángel bueno delante de nosotros para hacerles temer y temblar con el poder de tu brazo. (II Macabeos 15, 23)

  • bestias tales que no sólo con su maléfico contacto podían aniquilarlos, sino que con su sola vista podían hacerles perecer de terror. (Sabiduría 11, 19)

  • cuya vista despierta en los insensatos la pasión hasta hacerles desear la figura inanimada de una estatua sin vida. (Sabiduría 15, 5)

  • Unas veces la llama se debilitaba, para no consumir los animales enviados contra los malvados y hacerles ver que era la justicia de Dios la que los perseguía. (Sabiduría 16, 18)

  • Cifraré mi gozo en hacerles bien, los plantaré sólidamente en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma. (Jeremías 32, 41)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina