Fundar 355 Resultados para: judíos

  • El día veintitrés del tercer mes, el mes de siván, fueron convocados los amanuenses del rey para escribir cartas, como quiso Mardoqueo, a los judíos, a los sátrapas, a los gobernadores y a los jefes de las ciento veintisiete provincias que se extienden desde India a Etiopía. A cada provincia en su escritura, y a cada pueblo en su lengua; a los judíos también en su escritura y en su lengua. (Ester 8, 9)

  • En las cartas, el rey concedía a los judíos, fuera cualquiera la ciudad en que habitasen, el derecho de unirse para defender la propia vida, y de matar, exterminar y acabar con las personas armadas de cualquier pueblo o provincia que los atacasen, incluidos las mujeres y los niños, así como de apoderarse del botín. (Ester 8, 11)

  • El decreto debía ser publicado como ley en todas las provincias y en todas las poblaciones, a fin de que los judíos estuviesen preparados aquel día para vengarse de sus enemigos. (Ester 8, 13)

  • Para los judíos había nacido un día de luz, de alegría, de gloria y de triunfo. (Ester 8, 16)

  • En las provincias y poblaciones adonde llegaban las órdenes del decreto real tuvieron los judíos alegría y gozo, convites y fiestas. Muchos se hacían judíos por el miedo que les tenían. (Ester 8, 17)

  • El trece de adar, duodécimo mes del año, día en que los enemigos de los judíos esperaban apoderarse de ellos, ocurrió lo contrario, y fueron los judíos los que se apoderaron de sus enemigos. (Ester 9, 1)

  • Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para meterse contra los que habían intentado su exterminio, y nadie se les oponía porque era mucho el miedo que se había esparcido en las poblaciones. (Ester 9, 2)

  • Los jefes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los funcionarios reales defendían a los judíos por miedo a Mardoqueo. (Ester 9, 3)

  • Los judíos hirieron con la espada a todos sus enemigos. Fue una verdadera matanza, un auténtico exterminio, haciendo de sus enemigos todo lo que quisieron. (Ester 9, 5)

  • Sólo en la ciudad de Susa los judíos mataron a quinientos hombres, (Ester 9, 6)

  • los diez hijos de Amán, hijo de Hamdatá, el perseguidor de los judíos, pero no saquearon sus bienes. (Ester 9, 10)

  • El rey dijo a Ester: "Sólo en Susa los judíos han matado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias? Dime ahora qué quieres y te lo daré, dime qué más deseas y se hará". (Ester 9, 12)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina