Fundar 86 Resultados para: malvado

  • Cuando yo diga al malvado: ¡Morirás!, si tú no lo amonestas y no le adviertes que abandone su perversa conducta para que pueda vivir, morirá él por su maldad, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. (Ezequiel 3, 18)

  • Pero si tú adviertes al malvado y él no se convierte de su maldad y de su conducta perversa, morirá él por su maldad, pero tú te habrás salvado. (Ezequiel 3, 19)

  • Dirás al país de Israel: Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti; sacaré la espada de la vaina y mataré en ti al justo y al malvado. (Ezequiel 21, 8)

  • Para eso saldrá mi espada de su vaina contra todo mortal, de sur a norte, para exterminar de ti al justo y al malvado. (Ezequiel 21, 9)

  • Si, cuando yo diga al malvado: ¡Morirás!, tú no hablas para amonestarlo que se corrija de su conducta, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre te pediré cuentas a ti. (Ezequiel 33, 8)

  • Si, por el contrario, tú previenes al malvado acerca de su conducta para que se corrija y él no se corrige, morirá él por su culpa y tú habrás salvado tu vida. (Ezequiel 33, 9)

  • Diles: Por mi vida, dice el Señor Dios, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que se convierta de su conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestros perversos caminos. ¿Por qué queréis morir, oh casa de Israel? (Ezequiel 33, 11)

  • ¿Es que puedo tolerar la casa del malvado con riquezas injustamente adquiridas y una medida escasa e indignante? (Miqueas 6, 10)

  • La ley no se aplica, no triunfa la justicia. El malvado cerca al justo, y el derecho es conculcado. (Habacuc 1, 4)

  • Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Tú destruyes la casa del malvado, pones al desnudo sus cimientos hasta la roca. (Habacuc 3, 13)

  • El Señor es justo en medio de ella, no hace nada injusto; cada mañana dicta su sentencia, nunca falta al alba; pero el malvado no conoce la vergüenza. (Sofonías 3, 5)

  • Entonces su señor lo llamó y le dijo: Malvado, te he perdonado toda aquella deuda porque me lo suplicaste. (Mateo 18, 32)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina