17. y los envié a ver a Idó, jefe de Casifía, con la orden precisa de lo que debían decir a él y a sus hermanos que residían en esa localidad, a fin de que nos mandaran servidores para la Casa de nuestro Dios.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina