7. Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Allí vieron que la gente del lugar vivía segura, tranquila y confiada, a la manera de los sidonios; nadie infligía el menor agravio a la población, ejerciendo la autoridad despóticamente; además, estaban alejados de los sidonios y no dependían de nadie.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina