Exodo, 22
30. Hombres santos seréis para mí. No comáis la carne despedazada por una fiera en el campo; echádsela a los perros.
30. Hombres santos seréis para mí. No comáis la carne despedazada por una fiera en el campo; echádsela a los perros.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina