9. Esperabais mucho, y resultó poco; lo llevasteis a casa, y yo os lo he dispersado con mi soplo. ¿Por qué?, palabra del Señor todopoderoso. Porque mi casa está en ruinas, mientras cada uno de vosotros sólo se preocupa de su propia casa.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina