19. El templo del Señor fue pasto de las llamas, las murallas de Jerusalén derribadas, los palacios incendiados y los objetos preciesos destruidos.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina