27. Después se dirigió a Efrón, ciudad fuerte donde vivía Lisias y una población cosmopolita. Jóvenes robustos, alineados sobre los muros, se defendían con valor y brío, abundantemente provistos de proyectiles y de máquinas.





“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina