16. Debe restituir lo defraudado más un veinte por ciento, que entregará al sacerdote. El sacerdote hará sobre él el rito de absolución con el carnero de la reparación por el pecado, y se le perdonará.





“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina