Löydetty 122 Tulokset: Amigos

  • Así perezcan todos tus enemigos, oh Yavé, y sean tus amigos como sol en todo su fulgor. Y el país tuvo paz durante cuarenta años. (Jueces 5, 31)

  • Abner se enojó mucho por estas palabras y respondió: «¿Soy yo un perro? Yo me he portado muy bien con la familia de Saúl, tu padre, con sus hermanos y amigos, y no te he entregado en manos de David. Y ahora, ¿me reprochas por una mujer? (2 Samuel 3, 8)

  • Pues Tobías tenía muchos amigos en Judá porque era yerno de Secanías, hijo de Araj, y por estar casado su hijo Jojanán con la hija de Mesulam, hijo de Berequías. (Nehemías 6, 18)

  • Esto lo molestó mucho, pero no dijo nada. Vuelto a su casa, mandó llamar a sus amigos y a su esposa Zeres, (Ester 5, 10)

  • Su esposa y sus amigos lo aconsejaron entonces: «Manda preparar una horca de unos veinticinco metros de alto y mañana temprano le pides al rey que haga colgar de ella a Mardoqueo. Así podrás ir sin problemas al banquete que te tienen ofrecido.» Le pareció buena la idea a Amán y mandó que levantaran una horca. (Ester 5, 14)

  • Al contarles a su mujer y a sus amigos lo que le había ocurrido, éstos dijeron: «Si ese Mardoqueo es judío, nada podrás hacerle, pues el que se mete con esa gente está liquidado.» (Ester 6, 13)

  • Muy a menudo, aquellos que ejercen el poder se han hecho cómplices del asesinato de inocentes y se han visto arrastrados a desgracias irreparables por haber confiado a sus amigos la administración de los asuntos públicos y haberse dejado influenciar por ellos, (Ester 16, 5)

  • pues esos amigos han engañado con razones tendenciosas aparentemente sinceras la generosa sencillez de sus soberanos. (Ester 16, 6)

  • y para todos los amigos de los persas, pero, en cambio, para nuestros enemigos sea un día fatídico. (Ester 16, 23)

  • Tres amigos de Job: Elifaz de Temán, Bildad de Suaj y Sofar de Naamat se enteraron de todas las desgracias que le habían ocurrido y vinieron cada uno de su país. Acordaron juntos ir a visitarlo y consolarlo. (Job 2, 11)

  • No se hacen regalos a los amigos, dicen, para dejar luego aa sus hijos en la miseria. (Job 17, 5)

  • Apiádense de mí, ustedes mis amigos, que es la mano de Dios la que me hirió. (Job 19, 21)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina