Löydetty 19 Tulokset: Baales

  • Porque ha salido un fuego de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón. ¡Devoró Ar Moab y los Baales de los lugares altos del Arnón! (Números 21, 28)

  • Los israelitas se portaron muy mal con Yavé y sirvieron a los Baales. (Jueces 2, 11)

  • Los israelitas se portaron muy mal con Yavé; se olvidaron de Yavé, su Dios, y sirvieron a los Baales y a los Aserás. (Jueces 3, 7)

  • Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse tras de los Baales y tomaron por Dios a Baal-Berit. (Jueces 8, 33)

  • Los israelitas volvieron a portarse mal con Yavé: sirvieron a los Baales y a las Astartés,a los dioses de Aram y de Sidón,a los dioses de Moab, a los de los amonitas y de los filisteos. Abandonaron a Yavé y ya no lo servían. (Jueces 10, 6)

  • En esos años los israelitas clamaron a Yavé, diciendo: «Hemos pecado contra ti porque hemos abandonado a Yavé, nuestro Dios, para servir a los Baales.» (Jueces 10, 10)

  • Entonces Samuel se dirigió al pueblo diciéndoles: «Si ustedes vuelven a Yavé con sinceridad, quiten de en medio de ustedes los dioses extranjeros y las imágenes de los Baales y Astartés. Mientras ustedes permanezcan fieles a Yavé, sirviéndole sólo a él, Yavé los librará de los filisteos. (1 Samuel 7, 3)

  • Los israelitas, pues, expulsaron los Baales y las Astartés y se pusieron a servir sólo a Yavé. (1 Samuel 7, 4)

  • Pero después clamaron a Yavé y reconocieron: Hemos pecado, porque te abandonamos a ti, Señor, y servimos a los baales y a las astartés. Pero ahora, líbranos de las manos de nuestros enemigos y te serviremos. (1 Samuel 12, 10)

  • Yavé estuvo con Josafat porque anduvo por los caminos que había seguido su padre David y no buscó a los Baales, (2 Crónicas 17, 3)

  • Los partidos de la impía Atalía y sus hijos habían arruinado la Casa de Dios, llegando incluso a emplear para los baales todas las cosas consagradas de la Casa de Yavé. (2 Crónicas 24, 7)

  • sino que siguió los senderos de los reyes de Israel e incluso fundió ídolos de los baales. (2 Crónicas 28, 2)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina