Löydetty 83 Tulokset: Lino

  • Y quitándose el anillo de su dedo, lo puso en el dedo de José; lo hizo vestir con ropas de lino fino y le puso un collar de oro en el cuello. (Génesis 41, 42)

  • El lino y la cebada se perdieron: la cebada estaba espigada y el lino granaba; (Exodo 9, 31)

  • ropas de color jacinto, morado y rojo; lino fino y pelos de cabra; (Exodo 25, 4)

  • La Morada tendrá que ser hecha de diez cortinas de lino fino de color jacinto morado y rojo, adornadas con querubines. (Exodo 26, 1)

  • Para el velo necesitarás lino fino retorcido color jacinto, púrpura, y de grana dos veces teñida, decorada en hermosa tapicería de querubines. (Exodo 26, 31)

  • Harás una cortina para la entrada de la Morada. Será de lino fino color jacinto, y púrpura, de grana dos veces teñida, con labores de tapicería. (Exodo 26, 36)

  • Dispondrás un atrio en torno a la Morada. Por el lado sur será cerrado por cortinas de lino fino de un largo de cincuenta metros. (Exodo 27, 9)

  • Ante la entrada del atrio se pondrá una cortina de diez metros hecha de lino fino retorcido y bordado de color jacinto, púrpura y de grana dos veces teñida. Se sostendrá en cuatro columnas con otras tantas basas. (Exodo 27, 16)

  • El atrio tendrá una extensión de cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho. La altura de las cortinas será de dos metros y medio; se harán de lino fino retorcido y tendrán basas de bronce. (Exodo 27, 18)

  • Para eso se emplearán oro, jacinto, púrpura, y grana dos veces teñida y lino fino. (Exodo 28, 5)

  • Harán el Efod de oro, de jacinto, de púrpura, de grana dos veces teñida, y de lino fino retorcido, obra tejida artísticamente. (Exodo 28, 6)

  • El cinturón que llevará encima para sujetarlo será del mismo estilo y hará un cuerpo con él, de oro, de jacinto, de púrpura y grana dos veces teñida, y de lino fino retorcido. (Exodo 28, 8)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina