Löydetty 53 Tulokset: Mardoqueo

  • Partieron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Seraya, Ralayas, Mardoqueo, Bilsan, Mispar, Bigvay, Rejum y Baana. Lista de los hijos del pueblo de Israel: (Esdras 2, 2)

  • Vinieron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Azarías, Ramías, Najamaní, Mardoqueo, Belsán, Misperet, Biqvay, Nejum y Baara. Lista de los hombres del pueblo de Israel: (Nehemías 7, 7)

  • Ahora bien, Mardoqueo tenía en su casa a una joven de buena presencia y lindo rostro llamada Hadassá, es decir, Ester. Esta era hija de un tío suyo, y como había quedado huérfana, Mardoqueo la había adoptado como hija. (Ester 2, 7)

  • Ester no había dicho nada sobre su raza o su familia, pues Mardoqueo así lo había ordenado. (Ester 2, 10)

  • A fines de diciembre del séptimo año del reinado de Asuero le tocó a Ester, la hija adoptiva del Mardoqueo, presentarse en la mansión del rey. (Ester 2, 15)

  • no le contó a nadie cuál era su raza o su familia, como se lo había ordenado Mardoqueo, pues aunque ya no estaba bajo su autoridad, continuaba, sin embargo, cumpliendo sus instrucciones. (Ester 2, 20)

  • Mardoqueo informó de ello a la reina Ester y ésta, a su vez, se lo contó al rey como si fuese un recado de Mardoqueo. Hechas las averiguaciones del caso, se comprobó que era cierta la denuncia. (Ester 2, 22)

  • ordenando que todos los integrantes de la guardia real que vigilaban la puerta del palacio se arrodillaran a su paso. Mardoqueo, sin embargo, se negó a hacerlo. (Ester 3, 2)

  • Y como día a día ellos le repetían lo mismo y él continuaba sin hacerles caso, se lo dijeron a Amán. Este quiso ver personalmente si Mardoqueo persistía en su negativa, pues había oído decir que era judío. (Ester 3, 4)

  • Y cuando vio que, efectivamente, Mardoqueo se negaba a arrodillarse ante él, se enojó muchísimo. (Ester 3, 5)

  • No le pareció, empero, conveniente vengarse sólo de Mardoqueo, pues como ya sabía que era judío, creyó que era mejor aniquilar junto con él a todos los judíos que había en el imperio de Asuero. (Ester 3, 6)

  • Apenas supo Mardoqueo lo que estaba pasando, rasgó su traje, se puso un saco y se echó ceniza en la cabeza. Luego salió a recorrer la ciudad, lanzando gritos desgarradores. (Ester 4, 1)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina