Löydetty 154 Tulokset: Pasar

  • En el país hubo hambre, y Abram bajó a Egipto a pasar allí ún tiempo, pues el hambre abrumaba el país. (Génesis 12, 10)

  • y les dijo: «Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino.» Ellos le respondieron: «No, pasaremos la noche en la plaza.» Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida. (Génesis 19, 2)

  • Y le dijo: «Dime, por favor, ¿de quién eres hija? ¿Habrá lugar en la casa de tus padres para pasar la noche?» (Génesis 24, 23)

  • Y prosiguió: «Tenemos paja y forraje en abundancia, y también hay lugar para pasar la noche.» (Génesis 24, 25)

  • Al llegar a un cierto lugar, se dispuso a pasar allí la noche pues el sol se había ya puesto. Escogió una de las piedras del lugar, la usó de cabecera, y se acostó en ese lugar. (Génesis 28, 11)

  • A todos los hizo pasar al otro lado del torrente, y también hizo pasar todo lo que traía con él. (Génesis 32, 24)

  • y al pasar unos madianitas, que eran mercaderes, sacaron a José del pozo. Lo vendieron a los madianitas por veinte monedas de plata, y éstos llevaron a José a Egipto. (Génesis 37, 28)

  • Al pasar Judá por dicho lugar, pensó que era una prostituta, pues tenía la cara tapada. (Génesis 38, 15)

  • Jacob no dejó ir con ellos a Benjamín, hermano de José, pues pensaba: ´No sea que le vaya a pasar algo´. (Génesis 42, 4)

  • Cuando acamparon para pasar la noche, uno de ellos abrió su bolsa para dar forraje a su burro, y vio su plata: ¡estaba en la boca de la bolsa! (Génesis 42, 27)

  • Por eso, estando ya para pasar la puerta, se acercaron al mayordomo de José y le dijeron: (Génesis 43, 19)

  • Y El le contestó: «Toda mi bondad va a pasar delante de ti, y yo mismo pronunciaré ante ti el Nombre de Yavé. Pues tengo piedad de quien quiero, y doy mi preferencia a quien la quiero dar.» (Exodo 33, 19)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina