Löydetty 67 Tulokset: Reina

  • La reina de Saba había tenido noticias de la fama de Salomón y vino a preguntarle sobre cuestiones muy difíciles. (1 Reyes 10, 1)

  • La reina de Saba presenció la vida fastuosa de Salomón; vio la casa que se había edificado, (1 Reyes 10, 4)

  • Luego ofreció al rey ciento veinte talentos de oro, perfumes y joyas en gran cantidad. Nunca había llegado tanta cantidad de perfumes como los que regaló la reina de Saba a Salomón. (1 Reyes 10, 10)

  • Salomón dio a la reina de Saba todo cuanto ella quiso; además le hizo regalos como sólo él podía hacerlos. Después, ella se marchó y volvió a su país con toda su gente. (1 Reyes 10, 13)

  • encontró a los hermanos de Ocozías, rey de Judá. Les preguntó: «¿Quiénes son ustedes?» Ellos respondieron: «Somos los hermanos de Ocozías y vamos a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina.» (2 Reyes 10, 13)

  • Haya júbilo en el cielo y en la tierra; digan entre las naciones: El Señor reina. (1 Crónicas 16, 31)

  • La reina de Saba había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén a probarlo por enigmas. Vino con muchos servidores y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Fue donde Salomón y conversó con él sobre todas sus inquietudes. (2 Crónicas 9, 1)

  • Cuando la reina de Saba vio la sabiduría de Salomón y la Casa que había edificado, (2 Crónicas 9, 3)

  • Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca se vieron aromas como los que la reina de Saba dio al rey Salomón. (2 Crónicas 9, 9)

  • El rey Salomón retribuyó a la reina de Saba lo que ella le había traído. Además le dio todo cuanto ella quiso pedir. Después se volvió ella y regresó a su país con sus servidores. (2 Crónicas 9, 12)

  • El rey me preguntó, estando la reina sentada a su lado: «¿Cuánto tiempo durará tu viaje? ¿Cuándo volverás?» Yo le dije un plazo y él me permitió salir. (Nehemías 2, 6)

  • ¡Bendito sea Dios, que vive y reina por todos los siglos! Porque él azota y se compadece, hace bajar hasta el lugar de los muertos y saca de esa gran miseria. Nadie puede huir de su mano. (Tobías 13, 2)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina