Löydetty 12 Tulokset: aros

  • Entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían consigo, así como los aros de las orejas, y Jacob los enterró bajo una encina que hay junto a Siquem; (Génesis 35, 4)

  • Aarón les contestó: «Saquen los aros de oro que sus mujeres, y sus hijos e hijas llevan en sus orejas, y tráiganmelos.» (Exodo 32, 2)

  • Venían hombres y mujeres: todos los de corazón generoso traían joyas, aros, anillos, collares y toda clase de objetos de oro, el oro que cada uno presentaba como ofrenda a Yavé. (Exodo 35, 22)

  • El peso de los anillos alcanzó a mil setecientas monedas de oro; sin contar los prendedores, los aros y los lujosos vestidos que usaban los reyes de Madián. Además, los collares de los camellos. (Jueces 8, 26)

  • se calzó las sandalias, se puso collares, brazaletes, anillos, aros y todas sus joyas. Se arregló lo mejor que pudo con el fin de atraer las miradas de todos los que la vieran. (Judit 10, 4)

  • Tus mejillas se ven lindas con esos aros y tu cuello entre los collares. (Cantar 1, 10)

  • Te haremos aros de oro con cuentas de plata. El y Ella: (Cantar 1, 11)

  • Sus manos son aros de oro adornados con piedras de Tarsis. Su vientre, marfil pulido, cubierto de zafiros. (Cantar 5, 14)

  • sortijas, aros de nariz, (Isaías 3, 21)

  • un anillo en tu nariz, aros en tus orejas, y para tu cabeza una espléndida diadema. (Ezequiel 16, 12)

  • Vivías en el Edén, en el jardín de Dios,sobre ti sólo había piedras preciosas:cornalina, topacio y diamante,crisólito, onix y jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda,con aros, pendientes labradas en oro,desde el día en que fuiste creado. (Ezequiel 28, 13)

  • Yo le tomaré cuentas por los años de los Baales en que les ofrecía incienso y en que se ponía sus aros y collares para correr detrás de sus amantes; y se olvidaba de mí, la ingrata. (Oseas 2, 15)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina