Löydetty 95 Tulokset: atención

  • y en atención a ella, Faraón trató bien a Abram, quien recibió ovejas, vacas, burros, siervos y camellos. (Génesis 12, 16)

  • Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿es cierto que vas a acabar con todos y no perdonar el lugar en atención a esos cincuenta justos? (Génesis 18, 24)

  • Yavé le dijo: «Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar en atención a ellos.» (Génesis 18, 26)

  • Abrahán insistió: «Pero a lo mejor se encuentran allí sólo cuarenta justos.» Yavé contestó: «En atención a esos cuarenta, no lo haré.» (Génesis 18, 29)

  • Abrahán insistió: «Sé que es una osadía por mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran allí solamente veinte justos?» Yavé contestó: «No destruiré el lugar, en atención a esos veinte.» (Génesis 18, 31)

  • Abrahán dijo: «Vaya, no se enoje mi Señor, y hablaré por última vez. Puede ser que se encuentren allí sólo diez.» Yavé dijo: «En atención a esos diez, no destruiré la ciudad.» (Génesis 18, 32)

  • Balaam volvió entonces donde aquél, que seguía de pie al lado de su holocausto con los jefes de Moab. Balac le preguntó a Balaam: "¿Qué dijo Yavé?" Y Balaam proclamó su poema: "¡Levántate Balac, escucha! ¡Pon atención, hijo de Sipor! (Números 23, 17)

  • Escuchen, reyes, pongan atención, príncipes. Yo voy a cantar a Yavé; celebraré a Yavé, Dios de Israel. (Jueces 5, 3)

  • En seguida se levantó para proseguir su trabajo, y entonces Booz dijo a sus trabajadores: «Déjenla que incluso arranque espigas de las gavillas y no le llamen por eso la atención. Más aún, de vez en cuando vayan dejando caer de propósito algunas espigas para que ella pueda irlas recogiendo, sin decirle nada.» (Rut 2, 16)

  • Porque Yavé no rechazará a su pueblo en atención a su gran Nombre, ya que se ha dignado hacer de ustedes su pueblo. (1 Samuel 12, 22)

  • La tropa respondió: «Tú no debes ir, pues a nadie le llamaría la atención si huimos o si muere la mitad de nosotros; tú, en cambio, eres como diez mil de nosotros. Es mejor que te quedes en la ciudad y puedas socorrernos.» (2 Samuel 18, 3)

  • Su padre, sin embargo, nunca le había llamado la atención porque hacía eso. Es que tenía muy buena presencia, siendo hermano menor de Absalón. (1 Reyes 1, 6)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina