Löydetty 146 Tulokset: cara

  • Entonces Abrahán, agachándose hasta tocar la tierra con su cara, se puso a reír, pues pensaba: «¿Acaso le va a nacer un hijo a un hombre de cien años? ¿Y puede Sara, a sus noventa años, dar a luz?» (Génesis 17, 17)

  • Jacob llamó a aquel lugar Panuel, o sea Cara de Dios, pues dijo: "He visto a Dios cara a cara y aún estoy vivo". (Génesis 32, 31)

  • Al pasar Judá por dicho lugar, pensó que era una prostituta, pues tenía la cara tapada. (Génesis 38, 15)

  • Preguntó entonces a esos oficiales de Faraón que estaban con él en la prisión: «¿Por qué amanecieron con tan mala cara?» (Génesis 40, 7)

  • Siendo José el gobernador del país, vendía el trigo a toda la gente. Al llegar sus hermanos, se postraron ante él hasta tocar el suelo con la cara. (Génesis 42, 6)

  • pero si no lo mandas, no bajaremos, porque aquel hombre nos dijo: «No verán mi cara si no está con ustedes su hermano el más pequeño.» (Génesis 43, 5)

  • Después se lavó la cara y volvió. Tratando de dominarse, ordenó: «Sirvan la comida.» (Génesis 43, 31)

  • José retiró a los hijos de entre las rodillas de su padre y se postró delante de su padre hasta tocar el suelo con la cara. (Génesis 48, 12)

  • Luego le dijo: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Al instante Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de que su mirada se fijara sobre Dios. (Exodo 3, 6)

  • Yavé hablaba con Moisés, cara a cara, como habla un hombre con su prójimo. Después Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la Tienda. (Exodo 33, 11)

  • Y agregó Yavé: «Pero mi cara no la podrás ver, porque no puede verme el hombre y seguir viviendo. (Exodo 33, 20)

  • Después sacaré mi mano y tú entonces verás mis espaldas; pero mi cara no se puede ver.» (Exodo 33, 23)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina