Löydetty 33 Tulokset: lago

  • Pero Jonatán fue informado a tiempo y huyó al desierto de Tecoa, junto con su hermano Simón y sus seguidores y acamparon junto al lago Asfar. (1 Macabeos 9, 33)

  • Dios quiso que se apoderaran de la ciudad, y entonces hicieron tal carnicería que el lago vecino, de quinientos metros de largo, parecía lleno de sangre. (2 Macabeos 12, 16)

  • No se quedó en Nazaret, sino que fue a vivir a Cafarnaún, a orillas del lago, en la frontera entre Zabulón y Neftalí. (Evangelio según San Mateo 4, 13)

  • Se levantó una tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía. (Evangelio según San Mateo 8, 24)

  • Salieron y entraron en los cerdos. Al momento toda la piara se lanzó hacia el lago por la pendiente, y allí se ahogaron. (Evangelio según San Mateo 8, 32)

  • Jesús volvió a la barca, cruzó de nuevo el lago y vino a su ciudad. (Evangelio según San Mateo 9, 1)

  • Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas del lago. (Evangelio según San Mateo 13, 1)

  • Jesús salió otra vez por las orillas del lago; todo el mundo venía a verlo y él les enseñaba. (Evangelio según San Marcos 2, 13)

  • Jesús se retiró con sus discípulos a orillas del lago y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, (Evangelio según San Marcos 3, 7)

  • Otra vez Jesús se puso a enseñar a orillas del lago. Se le reunió tanta gente junto a él que tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia, mientras toda la gente estaba en la orilla. (Evangelio según San Marcos 4, 1)

  • Al atardecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos a la otra orilla del lago.» (Evangelio según San Marcos 4, 35)

  • Llegaron a la otra orilla del lago, que es la región de los gerasenos. (Evangelio según San Marcos 5, 1)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina