Löydetty 20 Tulokset: lleve
Pero Dios le dijo: «No te preocupes por el muchacho ni por tu sirvienta. Haz todo lo que te pide Sara, porque de Isaac saldrá la descendencia que lleve tu nombre. (Génesis 21, 12)
Moisés no bajaba del cerro y le pareció al pueblo un tiempo largo. Se reunieron en torno a Aarón, al que dijeron: «Fabrícanos un Dios que nos lleve adelante, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, que nos sacó de Egipto.» (Exodo 32, 1)
Así el macho cabrío llevará sobre sí todas las maldades de ellos hacia un lugar árido, y el que lo lleve lo soltará en el desierto. (Levítico 16, 22)
y no lo lleve a la entrada de la Tienda de las Citas para presentarlo como ofrenda a Yavé ante su Morada, será considerado como reo de sangre. Y por haber derramado sangre, será borrado de su pueblo. (Levítico 17, 4)
Cuando Yavé, tu Dios, los haya deshecho en tu presencia, no pienses así: «Yo merecía que Yavé me lleve a esta tierra y me la dé.» Más bien desalojó Yavé a esas naciones a causa de su maldad. (Deuteronomio 9, 4)
Luego los llevé al país de los amorreos que viven al este del Jordán. Ellos pelearon, pero yo los entregué en manos de ustedes; los destruí, y ustedes se apoderaron de sus tierras. (Josué 24, 8)
y lleve un caballo de los que monta el rey, adornado con los emblemas reales, (Ester 6, 8)
Que te conceda según tus deseos y lleve a buen fin todos tus proyectos. (Salmos 20, 5)
Se inclinó sobre él y, burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua patria: «Hijo mío, ten compasión de mí, que durante nueve meses te llevé en mi seno y te he amamantado durante tres años, te crié y te eduqué hasta el día de hoy. (2 Macabeos 7, 27)
cuando les llegue el hurracán del terror y se los lleve el torbellino de las desdichas, cuando queden bajo el peso de la miseria y de la angustia. (Proverbios 1, 27)
Ella, que tuvo tantos hijos, no tiene ni uno para que la lleve; y, de todos los hijos que crió, no queda nadie para que la sostenga. (Isaías 51, 18)
¿Los profetas? Que se los lleve el viento, nadie los envía o les encarga un mensaje, que sus amenazas se vuelvan contra ellos.» (Jeremías 5, 13)