Löydetty 356 Tulokset: plata

  • Antes de partir, el día diez del mes de Siván, había tomado los vasos del Templo del Señor que habían sido robados, para devolverlos a la tierra de Judá. Eran los vasos de plata que había hecho Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, (Baruc 1, 8)

  • los que acumulaban plata y oro yy la gente les tenía respet NNunca se cansaban de acumular la plat yy sabían el arte de aprovecharla ¿¿quién podrá contar todas sus obras (Baruc 3, 18)

  • Ahora bien, ustedes verán en Babilonia dioses de oro, de plata, de piedra y de madera, llevados a hombros, que causan un temor respetuoso a las gentes. (Baruc 6, 3)

  • A la verdad, los dioses de ellos tienen puestas en la cabeza coronas de oro; oro que, después, juntamente con la plata, les arrebatan los sacerdotes a fin de gastarlo para sí mismos (Baruc 6, 9)

  • y aún lo hacen servir para engalanar a los prostitutas de su casa. Visten a estos dioses como a hombres, aunque son de oro, plata y madera, (Baruc 6, 10)

  • Mas ¿por qué los llaman dioses? Las mujeres presentan dones a esos dioses de plata, de oro y de madera; (Baruc 6, 29)

  • Son semejantes a las piedras del monte esos dioses de madera, de piedra, de oro, de plata. Los que los adoran serán confundidos. (Baruc 6, 38)

  • son como las golondrinas que se quedan entre cielo y tierra. Porque si se incendia el templo de esos dioses de madera, de plata y de oro, seguramente que sus sacerdotes huirán y se pondrán a salvo; pero ellos se quemarán dentro, lo mismo que las vigas. (Baruc 6, 54)

  • No se librarán de ladrones ni de salteadores esos dioses de madera y de piedra, dorados y plateados; seguramente aquéllos pueden más que ellos, y les quitarán el oro, y la plata, y el vestido de que están cubiertos, y se marcharán sin que los ídolos puedan defenderse a sí mismos. (Baruc 6, 57)

  • Porque así como no es buen guardián de un melonar un espantapájaros, así son sus dioses de madera, de plata y de oro. (Baruc 6, 69)

  • Tirarán por las calles su plata y arrojarán su oro a la basura. Esto no calmará su hambre ni llenará su estómago, ya que todo eso solamente los conducirá al mal. (Ezequiel 7, 19)

  • Tus joyas eran de oro y plata, tus vestidos de lino fino, hechos con telas preciosas todas bordadas. Te alimentabas de harina fina, de miel y de aceite, y quedaste magnífica: un día fuiste la reina. (Ezequiel 16, 13)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina