Löydetty 302 Tulokset: Puerta

  • llamó al joven que lo servía y ordenó: "¡Échenme a esta a la calle, y atranca la puerta detrás de ella!". (II Samuel 13, 17)

  • Tamar llevaba una túnica de mangas largas, porque así vestían entonces las hijas del rey, cuando eran vírgenes. El sirviente la sacó afuera y atrancó la puerta detrás de ella. (II Samuel 13, 18)

  • Se levantaba temprano, se paraba junto al camino de la Puerta, y a todo el que iba a presentar un pleito al rey, en demanda de justicia, Absalón lo llamaba y le preguntaba: "¿De qué ciudad eres tú?". Y cuando el hombre respondía: "Tu servidor es de tal tribu de Israel", (II Samuel 15, 2)

  • El rey les dijo: "Haré lo que les parezca bien". Y permaneció al lado de la Puerta, mientras toda la tropa salía en grupos de cien y mil hombres. (II Samuel 18, 4)

  • David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela, que había subido a la azotea de la Puerta, encima de la muralla, alzó los ojos y vio a un hombre que corría solo. (II Samuel 18, 24)

  • El rey se estremeció, subió a la habitación que estaba arriba de la Puerta y se puso a llorar. Y mientras iba subiendo, decía: "¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Ah, si hubiera muerto yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío!". (II Samuel 19, 1)

  • Entonces el rey se levantó y fue a sentarse a la Puerta. Y cuando hicieron correr la noticia: "¡El rey está sentado a la Puerta!", todo el pueblo acudió a presentarse ante el rey. Mientras tanto, los de Israel habían huido cada uno a su carpa. (II Samuel 19, 9)

  • David manifestó este deseo: "¡Quién me diera de beber agua del pozo que está junto a la Puerta de Belén!". (II Samuel 23, 15)

  • Los Tres Valientes irrumpieron en el campamento filisteo, sacaron agua del pozo que está junto a la Puerta de Belén, la trajeron y se la presentaron a David. Pero él no quiso beberla y la derramó como libación al Señor, (II Samuel 23, 16)

  • Apenas oyó el ruido de los pasos de la mujer, mientras ella entraba por la puerta, Ajías dijo: "Entra, mujer de Jeroboám. ¿Por qué te haces pasar por otra? Yo he sido enviado para hablarte duramente. (I Reyes 14, 6)

  • El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, con sus vestiduras reales, sobre la explanada que está a la entrada de la puerta de Samaría, mientras todos los profetas vaticinaban delante de ellos. (I Reyes 22, 10)

  • "Llámala", dijo Eliseo. Cuando la llamó, ella se quedó junto a la puerta, (II Reyes 4, 15)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina