Löydetty 315 Tulokset: Santo

  • Mientras los sacerdotes salían del Santo -porque todos los sacerdotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin distinción de clases- (II Crónicas 5, 11)

  • Pero ahora, hace muy poco tiempo, el Señor, nuestro Dios, nos ha concedido la gracia de dejarnos un resto de sobrevivientes y de darnos un refugio en su Lugar santo. Así nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud. (Esdras 9, 8)

  • Y los levitas serenaban al pueblo, diciendo: "¡Tranquilícense! Este día es santo: no estén tristes". (Nehemías 8, 11)

  • Les hiciste conocer tu santo día sábado y les prescribiste mandamientos, preceptos y una Ley, por medio de Moisés, tu servidor. (Nehemías 9, 14)

  • Brillará una luz resplandeciente hasta los confines de la tierra; pueblos numerosos llegarán a ti desde lejos, y los habitantes de todos los extremos de la tierra vendrán hacia tu santo Nombre, con las manos llenas de ofrendas para el Rey del Cielo. Todas las generaciones manifestarán en ti su alegría, y el nombre de la Ciudad elegida permanecerá para siempre. (Tobías 13, 13)

  • las puertas de Jerusalén resonarán con cantos de alegría; y todas sus casas dirán: ¡Aleluya! ¡Bendito sea el Dios de Israel! Y los elegidos bendecirán el Nombre santo, por los siglos de los siglos". (Tobías 13, 18)

  • Entonces tendría de qué consolarme y saltaría de gozo en mi implacable tormento, por no haber renegado de las palabras del Santo. (Job 6, 10)

  • Pero yo, por tu inmensa bondad, llegaré hasta tu Casa, y me postraré ante tu santo Templo con profundo temor. (Salmos 5, 8)

  • Pero el Señor está en su santo Templo, el Señor tiene su trono en el cielo. Sus ojos observan el mundo, sus pupilas examinan a los hombres: (Salmos 11, 4)

  • Ahora sé que el Señor ha dado la victoria a su Ungido, lo ha hecho triunfar desde su santo cielo con las proezas de su mano salvadora. (Salmos 20, 7)

  • y sin embargo, tú eres el Santo, que reinas entre las alabanzas de Israel. (Salmos 22, 4)

  • Canten al Señor, sus fieles; den gracias a su santo Nombre, (Salmos 30, 5)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina