Löydetty 14 Tulokset: Silas

  • Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos, (Hechos 15, 22)

  • Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje. (Hechos 15, 27)

  • Judas y Silas, que eran profetas, exhortaron a sus hermanos y los confirmaron, hablándoles largamente. (Hechos 15, 32)

  • Pablo, por su parte, eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por sus hermanos a la gracia del Señor. (Hechos 15, 40)

  • Pero sus patrones, viendo desvanecerse las esperanzas de lucro, se apoderaron de Pablo y de Silas, los arrastraron hasta la plaza pública ante las autoridades, (Hechos 16, 19)

  • Cerca de la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban las alabanzas de Dios, mientras los otros prisioneros los escuchaban. (Hechos 16, 25)

  • El carcelero pidió unas antorchas, entró precipitadamente en la celda y, temblando, se echó a los pies de Pablo y de Silas. (Hechos 16, 29)

  • Cuando salieron de la prisión, Pablo y Silas fueron a la casa de Lidia, donde volvieron a ver a los hermanos y los exhortaron. Después partieron. (Hechos 16, 40)

  • Algunos se convencieron y se unieron al grupo de Pablo y de Silas, lo mismo que un gran número de adoradores de Dios, de paganos y no pocas mujeres influyentes. (Hechos 17, 4)

  • Llenos de envidia, los judíos reunieron un grupo de gente de la calle y promovieron un alboroto, sembrando la agitación en la ciudad. Entonces se presentaron delante de la casa de Jasón en busca de Pablo y de Silas, para conducirlos ante la asamblea del pueblo. (Hechos 17, 5)

  • Esa misma noche, los hermanos hicieron partir a Pablo y a Silas hacia Berea. En cuanto llegaron, se dirigieron a la sinagoga de los judíos. (Hechos 17, 10)

  • Entonces los hermanos hicieron partir inmediatamente a Pablo en dirección al mar; Silas y Timoteo, en cambio, permanecieron allí. (Hechos 17, 14)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina