Löydetty 47 Tulokset: buey

  • No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. (Exodo 20, 17)

  • Si un buey embiste a un hombre o a una mujer, y estos mueren, el buey será matado a pedradas y no se comerá su carne; el dueño del buey, en cambio, estará libre de culpa. (Exodo 21, 28)

  • Pero si el buey solía embestir, y su dueño, aunque advertido oportunamente, no lo vigiló, en el caso de que ese buey mate a un hombre o a una mujer, será muerto a pedradas, y su dueño también será castigado con la muerte. (Exodo 21, 29)

  • Si el buey embiste a un muchacho o a una muchacha, se procederá con él conforme a esta misma regla. (Exodo 21, 31)

  • Y si el buey embiste a un esclavo o a una esclava, el dueño del animal pagará treinta siclos de plata al dueño del esclavo, y el buey será muerto a pedradas. (Exodo 21, 32)

  • Si alguien abre un pozo, o cava una fosa y no la tapa, y un buey o un asno caen dentro, (Exodo 21, 33)

  • el propietario del pozo deberá indemnizar: pagará en efectivo al dueño del buey o del asno el precio debido, y el animal muerto quedará para él. (Exodo 21, 34)

  • Si el buey de un hombre embiste al buey de otro hombre, ocasionándole la muerte, venderán el buey vivo y se repartirán el importe; e igualmente se repartirán el animal muerto. (Exodo 21, 35)

  • Pero si ya era notorio que el buey embestía habitualmente, y su dueño no lo vigiló, este pagará buey por buey y el animal muerto será para él. (Exodo 21, 36)

  • Si alguien roba un buey o una oveja y lo sacrifica o lo vende, deberá restituir cinco animales del ganado mayor por un buey y cuatro animales del ganado menor por una oveja. (Exodo 21, 37)

  • Si lo robado -un buey, un asno o una oveja- se encuentra vivo en su poder, tendrá que restituir el doble. (Exodo 22, 3)

  • En todo asunto delictivo referente a un buey, un asno, una oveja, un traje o cualquier objeto desaparecido, del cual su propietario pueda decir: "Indudablemente es este", el litigio será llevado ante Dios; y aquel a quien Dios declare culpable, restituirá al otro el doble. (Exodo 22, 8)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina