Löydetty 77 Tulokset: columnas

  • Lo colgarás de cuatro columnas de madera de acacia revestidas de oro, que estarán provistas de unos ganchos del mismo metal y sostenidas por cuatro bases de plata. (Exodo 26, 32)

  • Y para sostener la cortina harás cinco columnas de madera de acacia revestidas de oro; sus ganchos también serán de oro, y las apoyarás sobre bases de bronce fundido. (Exodo 26, 37)

  • Sus veinte columnas se apoyarán sobre veinte bases de bronce, y estarán provistas de ganchos y varillas de plata. (Exodo 27, 10)

  • A lo largo del lado norte, las cortinas tendrán igualmente una longitud de cincuenta metros, y estarán sostenidas por veinte columnas apoyadas sobre veinte bases de bronce, y provistas de ganchos y varillas de plata. (Exodo 27, 11)

  • A lo ancho del atrio, por el lado oeste, habrá veinticinco metros de cortinas, con diez columnas y sus respectivas bases. (Exodo 27, 12)

  • Las cortinas colocadas a un lado de la entrada medirán siete metros y medio de longitud, y allí habrá tres columnas y tres bases. (Exodo 27, 14)

  • Las del otro lado tendrán las mismas medidas, también con tres columnas y sus respectivas bases. (Exodo 27, 15)

  • Un cortinado de diez metros de largo, hecho de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino reforzado, recamado artísticamente, hará las veces de puerta. Este cortinado colgará de cuatro columnas apoyadas sobre cuatro bases. (Exodo 27, 16)

  • Todas las columnas que rodean el atrio estarán unidas por varillas de plata; sus ganchos serán de plata y sus bases de bronce. (Exodo 27, 17)

  • la Morada, su carpa y su cobertura, sus ganchos, sus bastidores, sus travesaños, sus columnas y sus bases; (Exodo 35, 11)

  • las cortinas del atrio con sus columnas y sus bases; el cortinado de la entrada del atrio; (Exodo 35, 17)

  • Para colgarlo, hicieron cuatro columnas de madera de acacia revestidas de oro y provistas de ganchos de oro, que apoyaron sobre cuatro bases de plata fundida. (Exodo 36, 36)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina