Löydetty 39 Tulokset: diciéndoles

  • Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra". (Génesis 1, 28)

  • Entonces Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra. (Génesis 9, 1)

  • Jacob dio esa misma orden al segundo, y al tercero, y a todos los demás que iban detrás de las manadas diciéndoles: "Cuando se encuentren con mi hermano Esaú, díganle todo esto. (Génesis 32, 20)

  • diciéndoles: "No podemos hacer semejante cosa, porque sería para nosotros una vergüenza entregar nuestra hermana a un incircunciso. (Génesis 34, 14)

  • Luego hizo prestar un juramento a los hijos de Israel, diciéndoles: "Cuando Dios los visite, lleven de aquí mis restos". (Génesis 50, 25)

  • Moisés tomó consigo los restos de José, porque este había comprometido a los israelitas con un juramento solemne, diciéndoles: "El Señor vendrá a visitarlos, y entonces ustedes se llevarán mis huesos de aquí". (Exodo 13, 19)

  • diciéndoles: "Si los gaditas y los rubenitas atraviesan con ustedes el Jordán para combatir como guerreros a las órdenes del Señor, hasta que el país les esté sometido, ustedes les darán como posesión la tierra de Galaad. (Números 32, 29)

  • Y cuando el Señor les ordenó que salieran de Cades Barné, diciéndoles: "Suban a tomar posesión de la tierra que yo les he dado", ustedes se rebelaron contra la orden del Señor, su Dios; no le tuvieron confianza ni le obedecieron. (Deuteronomio 9, 23)

  • Luego continuó diciéndoles: "No tengan miedo ni se acobarden; sean fuertes y valientes, porque el Señor hará lo mismo con todos los enemigos, contra los que ustedes tengan que luchar". (Josué 10, 25)

  • diciéndoles: "Vuelvan a sus campamentos con grandes riquezas, con muchísimo ganado, con plata, oro, bronce, hierro, y con una gran cantidad de ropa. Pero compartan con sus hermanos los despojos de sus enemigos". (Josué 22, 8)

  • Luego Booz llamó a diez ancianos de la ciudad, diciéndoles: "Siéntense aquí". Ellos se sentaron, (Rut 4, 2)

  • Entonces el sacerdote Iehoiadá impartió órdenes a los centuriones encargados de la tropa, diciéndoles: "¡Háganla salir de entre las filas! Si alguien la sigue, que sea pasado al filo de la espada". Porque el sacerdote había dicho: "Que no la maten en la Casa del Señor". (II Reyes 11, 15)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina