Löydetty 20 Tulokset: ganchos

  • Después harás cincuenta ganchos de oro, y con ellos unirás los cortinados entre sí, a fin de que la Morada forme un todo. (Exodo 26, 6)

  • Además, harás cincuenta ganchos de bronce y los introducirás en las presillas: así unirás la carpa, de manera que forme un todo. (Exodo 26, 11)

  • Lo colgarás de cuatro columnas de madera de acacia revestidas de oro, que estarán provistas de unos ganchos del mismo metal y sostenidas por cuatro bases de plata. (Exodo 26, 32)

  • Pondrás el velo debajo de los ganchos, y detrás de él colocarás el Arca del Testimonio. Así el velo marcará la división entre el Santo y el Santo de los Santos. (Exodo 26, 33)

  • Y para sostener la cortina harás cinco columnas de madera de acacia revestidas de oro; sus ganchos también serán de oro, y las apoyarás sobre bases de bronce fundido. (Exodo 26, 37)

  • Sus veinte columnas se apoyarán sobre veinte bases de bronce, y estarán provistas de ganchos y varillas de plata. (Exodo 27, 10)

  • A lo largo del lado norte, las cortinas tendrán igualmente una longitud de cincuenta metros, y estarán sostenidas por veinte columnas apoyadas sobre veinte bases de bronce, y provistas de ganchos y varillas de plata. (Exodo 27, 11)

  • Todas las columnas que rodean el atrio estarán unidas por varillas de plata; sus ganchos serán de plata y sus bases de bronce. (Exodo 27, 17)

  • la Morada, su carpa y su cobertura, sus ganchos, sus bastidores, sus travesaños, sus columnas y sus bases; (Exodo 35, 11)

  • Después forjaron cincuenta ganchos de oro, y con ellos unieron los cortinados entre sí, de manera que la Morada formó un todo. (Exodo 36, 13)

  • y forjaron cincuenta ganchos de bronce: así unieron la carpa, de manera que formara un todo. (Exodo 36, 18)

  • Para colgarlo, hicieron cuatro columnas de madera de acacia revestidas de oro y provistas de ganchos de oro, que apoyaron sobre cuatro bases de plata fundida. (Exodo 36, 36)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina