Löydetty 19 Tulokset: inmoló

  • Como el Faraón se había obstinado en no dejarnos partir, el Señor hizo morir a todos los primogénitos de Egipto, hombres y animales. Por eso yo inmolo al Señor todos los primogénitos machos de mi ganado, y rescato a mi hijo primogénito". (Exodo 13, 15)

  • y Moisés la inmoló. Entonces tomó la sangre y mojó con el dedo cada uno de los cuernos del altar, para purificarlo. Luego derramó la sangre sobre la base del altar. Así lo consagró, realizando sobre él el rito de expiación. (Levítico 8, 15)

  • y Moisés la inmoló. Luego roció con la sangre todos los costados del altar. (Levítico 8, 19)

  • y Moisés la inmoló. Después tomó un poco de sangre y mojó con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho. (Levítico 8, 23)

  • Aarón se acercó al altar e inmoló el ternero del sacrificio por su propio pecado. (Levítico 9, 8)

  • En seguida inmoló la víctima del holocausto, y sus hijos le presentaron la sangre, con la que él roció todos los costados del altar. (Levítico 9, 12)

  • Luego presentó la ofrenda del pueblo: tomó el chivo del sacrificio por el pecado del pueblo, lo inmoló y lo ofreció como había hecho con el anterior. (Levítico 9, 15)

  • También inmoló el toro y el carnero del sacrifico de comunión ofrecido por el pueblo. Sus hijos le trajeron la sangre, y con ella roció todos los costados del altar. (Levítico 9, 18)

  • Balac inmoló vacas y ovejas y se las envió a Balaam y a los jefes que iban con él. (Números 22, 40)

  • Salomón inmoló, como sacrificios de comunión en honor del Señor, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil carneros. Así, el rey y todos los israelitas dedicaron la Casa del Señor. (I Reyes 8, 63)

  • Eliseo dio media vuelta, tomó la yunta de bueyes y los inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después partió, fue detrás de Elías y se puso a su servicio. (I Reyes 19, 21)

  • Siguió el camino de los reyes de Israel; incluso inmoló a su hijo en el fuego, según las costumbres abominables de las naciones que el Señor había desposeído delante de los israelitas. (II Reyes 16, 3)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina