Löydetty 129 Tulokset: partió

  • Saúl se disfrazó, poniéndose otra ropa, y partió en compañía de dos hombres. Llegaron de noche, y Saúl dijo a la mujer: "Predíceme el futuro evocando a un muerto, y haz que se aparezca el que yo te diga". (I Samuel 28, 8)

  • David partió con los seiscientos hombres que lo acompañaban, y llegaron al torrente Besor, donde se quedaron los rezagados. (I Samuel 30, 9)

  • Cuando informaron a David: "El Señor ha bendecido a la familia de Obededóm y todos sus bienes a causa del Arca de Dios", David partió e hizo subir el Arca de Dios desde la casa de Obededóm a la Ciudad de David, con gran alegría. (II Samuel 6, 12)

  • El mensajero partió y fue a comunicar a David todo lo que Joab le había mandado decir. (II Samuel 11, 22)

  • Después Joab partió para Guesur y trajo a Absalón a Jerusalén. (II Samuel 14, 23)

  • El rey le respondió: "Vete en paz". Y él partió en seguida para Hebrón. (II Samuel 15, 9)

  • También Meribaal, hijo de Saúl, bajó al encuentro del rey. No se había cuidado los pies, ni arreglado el bigote, ni hecho lavar la ropa, desde el día en que el rey partió de Jerusalén hasta que volvió sano y salvo. (II Samuel 19, 25)

  • él partió y encontró el cadáver tendido sobre el camino, mientras que el asno y el león estaban de pie junto al cadáver; el león no había devorado el cadáver ni había despedazado al asno. (I Reyes 13, 28)

  • Así lo hizo la mujer de Jeroboám: partió hacia Silo y entró en la casa de Ajías. Este ya no podía ver, porque había perdido la vista a causa de su vejez. (I Reyes 14, 4)

  • La mujer de Jeroboám partió y se fue a Tirsá. Y cuando franqueaba el umbral de su casa, murió el niño. (I Reyes 14, 17)

  • Él partió y obró según la palabra del Señor: fue a establecerse junto al torrente Querit, que está al este del Jordán. (I Reyes 17, 5)

  • Él partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber". (I Reyes 17, 10)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina