Löydetty 167 Tulokset: piedra

  • Allí vieron los ídolos abominables y los fetiches que ellas tienen, y que no son más que madera y piedra, plata y oro. (Deuteronomio 29, 16)

  • y les dijo: "Vayan hasta el medio del Jordán, ante el Arca del Señor, su Dios, y cargue cada uno sobre sus espaldas una piedra, conforme al número de las tribus de Israel, (Josué 4, 5)

  • En aquel tiempo, el Señor dijo a Josué: "Fabrícate unos cuchillos de piedra y vuelve a circuncidar a los israelitas". (Josué 5, 2)

  • Josué hizo entonces unos cuchillos de piedra y circuncidó a los israelitas en la Colina de los Prepucios. (Josué 5, 3)

  • luego subía hasta Bet Joglá, pasaba al norte de Be Ha Arabá y llegaba hasta la Piedra de Boján, el rubenita. (Josué 15, 6)

  • Después puso por escrito estas palabras en el libro de la Ley de Dios. Además tomó una gran piedra y la erigió allí, al pie de la encina que está en el Santuario del Señor. (Josué 24, 26)

  • Josué dijo a todo el pueblo: "Miren esta piedra: ella será un testigo contra nosotros, porque ha escuchado todas las palabras que nos ha dirigido el Señor; y será un testigo contra ustedes, para que no renieguen de su Dios". (Josué 24, 27)

  • En seguida entró en la casa de su padre, en Ofrá, y mató a sus hermanos, los setenta hijos de Ierubaal, sobre una misma piedra. Sólo escapó Jotám, el hijo menor de Ierubaal, porque logró esconderse. (Jueces 9, 5)

  • Entonces se reunieron todos los señores de Siquém y todo Bet Miló, y fueron a proclamar rey a Abimélec, junto a la encina de la piedra conmemorativa que está en Siquém. (Jueces 9, 6)

  • y ahora ustedes se han levantado contra la familia de mi padre, han matado sobre una misma piedra a sus setenta hijos, y han proclamado rey de los señores de Siquém a Abimélec, el hijo de su esclava, aduciendo que es hermano de ustedes. (Jueces 9, 18)

  • De toda esa tropa, setecientos hombres eran guerreros adiestrados, ambidextros, y capaces de arrojar la piedra de su honda contra un cabello, sin errar el tiro. (Jueces 20, 16)

  • El carro llegó al campo de Josué de Bet Semes y se detuvo. Allí había una gran piedra. Entonces hicieron astillas la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. (I Samuel 6, 14)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina