Löydetty 302 Tulokset: puerta

  • Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y te acecha, pero tú debes dominarlo". (Génesis 4, 7)

  • También le harás un tragaluz y lo terminarás a medio metro de la parte superior. Pondrás la puerta al costado del arca y harás un primero, un segundo y un tercer piso. (Génesis 6, 16)

  • Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo, (Génesis 19, 1)

  • Lot se presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta detrás de sí, (Génesis 19, 6)

  • Ellos le respondieron: "Apártate de ahí". Y añadieron: "Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a juzgar. A ti te trataremos peor que a ellos". Luego se abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar la puerta. (Génesis 19, 9)

  • Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a Lot adentro y cerraron la puerta. (Génesis 19, 10)

  • Efrón -que estaba presente entre los descendientes de Het- teniendo por testigos a todos los que entraban por la puerta de la ciudad respondió a Abraham: (Génesis 23, 10)

  • propiedad de Abraham, teniendo por testigos a todos los descendientes de Het que pasaban por la puerta de la ciudad. (Génesis 23, 18)

  • Y lleno de temor, añadió: "¡Qué temible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo". (Génesis 28, 17)

  • Entonces Jamor y su hijo Siquém se presentaron en la puerta de la ciudad, y hablaron a todos sus conciudadanos en los siguientes términos: (Génesis 34, 20)

  • Todos los que se reunían en la puerta de la ciudad accedieron a la propuesta de Jamor y de su hijo Siquém, y todos se hicieron circuncidar. (Génesis 34, 24)

  • Después tomarán un poco de su sangre, y marcarán con ella los dos postes y el dintel de la puerta de las casas donde lo coman. (Exodo 12, 7)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina