Löydetty 120 Tulokset: Caballos

  • diciendo: «He aquí el fuero del rey que va a reinar sobre vosotros. Tomará vuestros hijos y los destinará a sus carros y a sus caballos y tendrán que correr delante de su carro. (I Samuel 8, 11)

  • Se concentraron los filisteos para combatir a Israel: 3.000 carros, 6.000 caballos y un ejército tan numeroso como la arena de la orilla del mar; y acamparon en Mikmás, al este de Bet Avén. (I Samuel 13, 5)

  • Después de esto se hizo Absalón con un carro, caballos y cincuenta hombres que corrían delante de él. (II Samuel 15, 1)

  • Tenía Salomón 4.000 establos de caballos para sus carros y 12.000 caballos. (I Reyes 5, 6)

  • Llevaban la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro al lugar donde él estaba, cada uno según su turno. (I Reyes 5, 8)

  • todas las ciudades de aprovisionamiento que tenía Salomón, las ciudades de los carros y las ciudades para los caballos, y todo cuanto Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio. (I Reyes 9, 19)

  • Y cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata, objetos de oro, vestidos, armas y aromas, caballos y mulos, año tras año. (I Reyes 10, 25)

  • Salomón reunió carros y caballos; tuvo 1.400 carros y 12.000 caballos que llevó a las ciudades de los carros y junto al rey en Jerusalén. (I Reyes 10, 26)

  • Los caballos de Salomón procedían de Musur y de Cilicia. Los mercaderes del rey los compraban en Cilicia por su precio en dinero. (I Reyes 10, 28)

  • Dijo Ajab a Abdías: «Ven, vamos a recorrer el país por todas sus fuentes y todos sus torrentes; acaso encontremos hierba para mantener los caballos y mulos y no tengamos que suprimir el ganado.» (I Reyes 18, 5)

  • Ben Hadad, rey de Aram, reunió todo su ejército. Tenía consigo 32 reyes, caballos y carros. Subió y puso sitio a Samaría y la atacó. (I Reyes 20, 1)

  • Salió el rey de Israel y se apoderó de los caballos y carros, infligiendo a Aram una gran derrota. (I Reyes 20, 21)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina