Löydetty 18 Tulokset: Imprecación

  • a punto de entrar en la alianza de Yahveh tu Dios, jurada con imprecación, que Yahveh tu Dios concluye hoy contigo (Deuteronomio 29, 11)

  • Y no solamente con vosotros hago yo hoy esta alianza y esta imprecación, (Deuteronomio 29, 13)

  • Si alguien, después de haber oído las palabras de esta imprecación, se las promete felices en su corazón diciendo: «Aunque me conduzca en la terquedad de mi corazón, todo me irá bien, puesto que la abundancia de agua quitará la sed», (Deuteronomio 29, 18)

  • Yahveh no se avendrá a perdonarle. Porque la ira y el celo de Yahveh se encenderán contra ese hombre, toda la imprecación escrita en este libro caerá sobre él, y Yahveh borrará su nombre de debajo de los cielos. (Deuteronomio 29, 19)

  • Los hombres de Israel estaban en gran apuro aquel día y Saúl pronunció una imprecación sobre el pueblo: «Maldito el hombre que coma algo antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos.» Y nadie del pueblo probó bocado. (I Samuel 14, 24)

  • y el pueblo llegó al panal cuando la miel estaba destilando, pero nadie se llevó la mano a su boca, porque el pueblo temía la imprecación. (I Samuel 14, 26)

  • Jonatán no había oído la imprecación que su padre había pronunciado sobre el pueblo y alargó la punta de la vara que tenía en la mano, la metió en el panal y después llevó la mano a su boca y le brillaron los ojos. (I Samuel 14, 27)

  • Uno del pueblo le habló diciendo: «Tu padre ha pronunciado solemnemente esta imprecación sobre el pueblo; ha dicho "Maldito el hombre que coma hoy algo."» (I Samuel 14, 28)

  • «Cuando un hombre peque contra su prójimo y éste pronuncie una imprecación sobre él haciéndole jurar delante de tu altar en esta Casa, (I Reyes 8, 31)

  • «Cuando un hombre peque contra su prójimo, y éste pronuncie una imprecación sobre él, haciéndole jurar delante de tu altar en esta Casa, (II Crónicas 6, 22)

  • se adhieren a sus hermanos y a los nobles y se comprometen por imprecación y juramento a caminar en la Ley de Dios, que fue dada por mano de Moisés, siervo de Dios, y a guardar y practicar todos los mandamientos de Yahveh nuestro Señor, sus normas y sus leyes. (Nehemías 10, 30)

  • El fondo del mar quedó a la vista, los cimientos del orbe aparecieron, ante tu imprecación, Yahveh, al resollar el aliento en tus narices. (Salmos 18, 16)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina