Löydetty 14 Tulokset: cobijo

  • Del maestro de coro. De David. En Yahveh me cobijo; ¿cómo decís a mi alma: «Huye, pájaro, a tu monte? (Salmos 11, 1)

  • Sin. Garda mi alma, líbrame, no quede confundido, cuando en ti me cobijo. (Salmos 25, 20)

  • Que él me dará cobijo en su cabaña en día de desdicha; me esconderá en lo oculto de su tienda, sobre una roca me levantará. (Salmos 27, 5)

  • En ti, Yahveh, me cobijo, ¡oh, no sea confundido jamás! ¡Recóbrame por tu justicia, líbrame, (Salmos 31, 2)

  • Tú eres un cobijo para mí, de la angustia me guardas, estás en torno a mí para salvarme. (Salmos 32, 7)

  • Tenme piedad, oh Dios, tenme piedad, que en ti se cobija mi alma; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que pase el infortunio. (Salmos 57, 2)

  • El justo se alegrará en Yahveh, en él tendrá cobijo; y se gloriarán todos los de recto corazón. (Salmos 64, 11)

  • Dios da a los desvalidos el cobijo de una casa, abre a los cautivos la puerta de la dicha, mas los rebeldes quedan en un suelo ardiente. (Salmos 68, 7)

  • Mas para mí, mi bien es estar junto a Dios; he puesto mi cobijo en el Señor, a fin de publicar todas tus obras. (Salmos 73, 28)

  • los altos montes, para los rebecos, para los damanes, el cobijo de las rocas. (Salmos 104, 18)

  • Hacia ti, Señor Yahveh, miran mis ojos, ¡en ti me cobijo, no desampares mi alma! (Salmos 141, 8)

  • él, mi amor y mi baluarte, mi ciudadela y mi libertador, mi escudo en el que me cobijo, el que los pueblos somete a mi poder. (Salmos 144, 2)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina