Löydetty 14 Tulokset: guardas

  • Yahveh hará de ti el pueblo consagrado a él, como te ha jurado, si tú guardas los mandamientos de Yahveh tu Dios y sigues sus caminos. (Deuteronomio 28, 9)

  • Si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahveh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y multiplicarás; Yahveh tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión. (Deuteronomio 30, 16)

  • «Por esta Casa que estás edificando, si caminas según mis preceptos, obras según mis sentencias y guardas todos mis mandamientos para andar conforme a ellos, yo cumpliré mi palabra contigo, la que dije a David tu padre, (I Reyes 6, 12)

  • y dijo: «Yahveh, Dios de Israel, no hay Dios como tú en lo alto de los cielos ni abajo sobre la tierra, tú que guardas la alianza y el amor a tus siervos que andan en tu presencia con todo su corazón, (I Reyes 8, 23)

  • dijo: «Yahveh, Dios de Israel, no hay Dios como tú ni en el cielo ni en la tierra; tú que guardas la alianza y el amor a tus siervos que andan en tu presencia con todo su corazón; (II Crónicas 6, 14)

  • Y dije: «Ah, Yahveh, Dios del cielo, tú, el Dios grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos; (Nehemías 1, 5)

  • Tú eres un cobijo para mí, de la angustia me guardas, estás en torno a mí para salvarme. (Salmos 32, 7)

  • Hijo mío, si das acogida a mis palabras, y guardas en tu memoria mis mandatos, (Proverbios 2, 1)

  • cuando tiemblen los guardas de palacio y se doblen los guerreros, se paren las moledoras, por quedar pocas, se queden a oscuras las que miran por las ventanas, (Eclesiastés 12, 3)

  • Salomón tenía una viña en Baal Hamón. Encomendó la viña a los guardas, y cada uno le traía por sus frutos mil siclos de plata. (Cantar 8, 11)

  • Mi viña, la mía, está ante mí; los mil siclos para ti, Salomón; y doscientos para los guardas de su fruto. (Cantar 8, 12)

  • Como guardas de campo se han puesto frente a ella en torno, porque contra mí se rebelaron - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 4, 17)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina