Löydetty 592 Tulokset: palabras

  • Yahveh os habló de en medio del fuego; vosotros oíais rumor de palabras, pero no percibíais figura alguna, sino sólo una voz. (Deuteronomio 4, 12)

  • El os reveló su alianza, que os mandó poner en práctica, las diez Palabras que escribió en dos tablas de piedra. (Deuteronomio 4, 13)

  • Cuando estés angustiado y te alcancen todas estas palabras, al fin de los tiempos, te volverás a Yahveh tu Dios y escucharás su voz; (Deuteronomio 4, 30)

  • Desde el cielo te ha hecho oír su voz para instruirte, y en la tierra te ha mostrado su gran fuego, y de en medio del fuego has oído sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • Estas palabras dijo Yahveh a toda vuestra asamblea, en la montaña, de en medio del fuego, la nube y la densa niebla, con voz potente, y nada más añadió. Luego las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó a mí. (Deuteronomio 5, 22)

  • Yahveh oyó vuestras palabras y me dijo: «He oído las palabras de este pueblo, lo que te han dicho; está bien todo lo que han dicho. (Deuteronomio 5, 28)

  • Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. (Deuteronomio 6, 6)

  • Yahveh me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios, en las que estaban todas las palabras que Yahveh os había dicho de en medio del fuego, en la montaña, el día de la Asamblea. (Deuteronomio 9, 10)

  • Yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras que rompiste, y tú las depositarás en el arca.» (Deuteronomio 10, 2)

  • El escribió en las tablas lo mismo que había escrito antes, las diez Palabras que Yahveh había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la Asamblea. Y Yahveh me las entregó. (Deuteronomio 10, 4)

  • Poned estas palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, atadlas a vuestra mano como una señal, y sean como una insignia entre vuestros ojos. (Deuteronomio 11, 18)

  • no escucharás las palabras de ese profeta o de ese vidente en sueños. Es que Yahveh vuestro Dios os pone a prueba para saber si verdaderamente amáis a Yahveh vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. (Deuteronomio 13, 4)


“O Santo Rosário é a arma daqueles que querem vencer todas as batalhas.” São Padre Pio de Pietrelcina