Löydetty 575 Tulokset: País

  • Y añadieron: "Hemos venido a habitar en este país porque en Canaán no hay pastos para los ganados de tus siervos y el hambre se ha agravado; permite que tus siervos habiten en la región de Gosen". (Génesis 47, 4)

  • todo Egipto está a tu disposición. Instala a tu padre y a tus hermanos en lo mejor del país; que se queden en la región de Gosen y, si sabes que entre ellos hay hombres de valía, ponlos de mayorales de mis ganados". (Génesis 47, 6)

  • José instaló a su padre y a sus hermanos, y les dio propiedades en Egipto, en lo mejor del país, en el distrito de Rameses, como había ordenado el Faraón. (Génesis 47, 11)

  • Por entonces no había pan en el país, pues el hambre se había agravado en extremo. Egipto y Canaán desfallecían de hambre. (Génesis 47, 13)

  • Jacob dijo a José: "El Dios todopoderoso se me apareció en Luz, en el país de Canaán, me bendijo y me dijo: (Génesis 48, 3)

  • Tus dos hijos, Manasés y Efraín, que te nacieron en el país de Egipto antes de que yo viniese aquí contigo, son míos: Efraín y Manasés serán míos como Rubén y Simeón. (Génesis 48, 5)

  • Mi padre me hizo jurar diciéndome: Yo voy a morir, sepúltame en el sepulcro que hice para mí en el país de Canaán. Permíteme que vaya a sepultar a mi padre y luego volveré". (Génesis 50, 5)

  • Obremos cautamente con él para que no siga multiplicándose, no vaya a suceder que venga una guerra, se unan con nuestros enemigos, luchen contra nosotros y logren salir del país". (Exodo 1, 10)

  • El Señor dijo a Moisés: "Ahora vas a ver lo que voy a hacer al Faraón: por la fuerza los dejará marchar; por la fuerza, él mismo los echará de su país". (Exodo 6, 1)

  • Os llevaré al país que juré dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob, y os lo daré en posesión. Yo, el Señor". (Exodo 6, 8)

  • "Anda, di al Faraón, rey de Egipto, que deje salir de su país a los israelitas". (Exodo 6, 11)

  • Tú dirás lo que yo te ordene, y Aarón, tu hermano, hablará al Faraón para que deje salir de su país a los israelitas. (Exodo 7, 2)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina