Löydetty 56 Tulokset: Sale

  • No habrá nadie en la tienda de la reunión durante todo el tiempo que dura el rito de absolución en el santuario, desde que entra el sumo sacerdote hasta que sale: hará el rito de absolución por sí mismo, por su casa y por toda la comunidad de Israel. (Levítico 16, 17)

  • ¡No sea ella como un aborto que sale ya medio consumido del vientre de su madre!". (Números 12, 12)

  • Balaán dijo a Balac: "Quédate aquí, junto a tu holocausto, mientras yo voy a ver si el Señor sale a mi encuentro; lo que me dé a conocer, eso te diré". Se fue hacia un monte desnudo, (Números 23, 3)

  • Si el homicida sale del territorio de la ciudad de asilo donde está refugiado (Números 35, 26)

  • Te ha humillado y te ha hecho sentir hambre para alimentarte luego con el maná, desconocido de tus mayores; para que aprendieras que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. (Deuteronomio 8, 3)

  • tierra que te dará el pan en abundancia sin carecer de nada; tierra donde las piedras son de hierro y de cuyas montañas sale el bronce. (Deuteronomio 8, 9)

  • Si un levita sale de alguna de tus ciudades, de cualquier punto de Israel, donde vivía, para venir con todo el deseo de su alma al lugar elegido por el Señor, (Deuteronomio 18, 6)

  • Si alguno sale de tu casa, él será el responsable de su sangre, y nosotros seremos inocentes; mas si alguien pone la mano sobre el que esté contigo en casa, nosotros seremos los responsables. (Josué 2, 19)

  • Si él lo ordena el sol no sale, y mantiene bajo sello a las estrellas. (Job 9, 7)

  • Un dardo sale por su espalda, una punta reluciente por su hígado, los terrores en bloque caen sobre él, (Job 20, 25)

  • Pero ¿a quién diriges tus discursos? ¿Quién empieza lo que sale de tu pecho? (Job 26, 4)

  • Se extrae del suelo el hierro, de la piedra fundida sale el cobre. (Job 28, 2)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina