Löydetty 88 Tulokset: doy

  • Yo me postro hacia tu santo templo, doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tus promesas superan tu renombre. (Salmos 138, 2)

  • Por lo demás, como el beber siempre vino solo o agua sola puede ser dañino, mientras que el vino mezclado con un poco de agua produce un sabor grato, así el arte de saber disponer el relato y la narración produce placer en los lectores. Y aquí doy fin a mi obra. (II Macabeos 15, 40)

  • porque yo os doy una buena doctrina; no abandonéis mi enseñanza. (Proverbios 4, 2)

  • Te doy gracias, Señor, rey mío, y te alabaré, Dios, mi salvador. Daré gracias a tu nombre, (Eclesiástico 51, 1)

  • Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado. (Isaías 12, 1)

  • no temas, porque yo estoy contigo; no te asustes, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerza, soy tu auxilio y te sostengo con mi diestra victoriosa. (Isaías 41, 10)

  • Yo formo la luz y creo las tinieblas; doy la dicha y produzco la desgracia; soy yo, el Señor, quien hace todo esto. (Isaías 45, 7)

  • Soy yo quien ha hecho la tierra, y en ella he creado al hombre; yo mismo con mis manos he extendido los cielos, y a todo su ejército doy órdenes. (Isaías 45, 12)

  • Yo, con mi gran fuerza y desplegando mi poder he hecho la tierra, los hombres y los animales que existen sobre ella, y se la doy a quien quiero. (Jeremías 27, 5)

  • Jeremías respondió a Sedecías: "Si te lo digo, me harás morir, ¿no es verdad? Si te doy un consejo, no me vas a escuchar". (Jeremías 38, 15)

  • Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que te digo; no seas rebelde como esta raza de rebeldes; abre la boca y come lo que te doy". (Ezequiel 2, 8)

  • Entonces me dijo: "Hijo de hombre, aliméntate y sáciate de este libro que yo te doy". Yo lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel. (Ezequiel 3, 3)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina