Löydetty 348 Tulokset: noche

  • y llamó a la luz día, y a las tinieblas noche. Hubo así tarde y mañana: día primero. (Génesis 1, 5)

  • Dios dijo: "Haya lumbreras en el firmamento que separen el día de la noche, sirvan de signos para distinguir las estaciones, los días y los años, (Génesis 1, 14)

  • Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para gobierno del día, y la menor para gobierno de la noche, y las estrellas. (Génesis 1, 16)

  • regular el día y la noche y separar la luz de las tinieblas. Vio Dios que esto estaba bien. (Génesis 1, 18)

  • Mientras dure la tierra, sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche no cesarán más". (Génesis 8, 22)

  • Repartió sus hombres para asaltar de noche a los enemigos; los derrotó y los persiguió hasta Joba, que está al norte de Damasco. (Génesis 14, 15)

  • y les dijo: "Por favor, señores, venid a casa de vuestro siervo y pasad allí la noche; lavaos los pies, y mañana por la mañana seguiréis vuestro camino". Ellos le respondieron: "No; pasaremos la noche en la plaza". (Génesis 19, 2)

  • Llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están esos hombres que han venido a tu casa esta noche? Sácanoslos para que abusemos de ellos". (Génesis 19, 5)

  • Aquella misma noche emborracharon a su padre, y fue la mayor y se acostó con él sin que éste se diera cuenta de que ella se acostaba y se levantaba. (Génesis 19, 33)

  • Al día siguiente, la mayor dijo a la menor: "La noche pasada dormí yo con mi padre; emborrachémosle también esta noche y te acuestas tú con él, y así tendremos descendencia de nuestro padre". (Génesis 19, 34)

  • Aquella noche emborracharon también a su padre, y la menor se acostó con él; y tampoco se dio cuenta de que ella se acostaba y se levantaba. (Génesis 19, 35)

  • Pero Dios visitó a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: "Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es una mujer casada". (Génesis 20, 3)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina