25. También hizo el altar del incienso. Lo hizo de madera de acacia, de cincuenta centímetros de largo por cincuenta de ancho -es decir, cuadrado- y un metro de alto. Sus cuernos formaban una sola pieza con él.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina