13. Dalila dijo a Sansón: "Hasta ahora me has estado engañando; no me has dicho más que mentiras. Vamos, dime con qué habría que atarte". Sansón le respondió: "Si entretejes las siete trenzas de mi cabellera con la urdimbre de un tejido, y las fijas con una clavija de telar, yo me debilitaría y sería como un hombre cualquiera".





“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina