Jueces, 18

15. Ellos se acercaron hasta allí, entraron en la casa de Micá, donde estaba el joven levita, y lo saludaron.

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Los jueces 18 cuentan la historia de una tribu Dan que busca una nueva tierra para habitar, y termina encontrando un sacerdote idólatra y una ciudad llamada Laís, que es conquistada por los hombres de Dan. Los temas cubiertos en este capítulo incluyen la búsqueda de un nuevo hogar, idolatría y conquista terrestre. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas.

Génesis 12:1, "Ahora el Señor le dijo a Abram, sal de tu tierra, tu casa y la casa de tu padre, a la tierra te mostraré". Al igual que los hombres de Dan en los jueces 18, Abram fue llamado por Dios para salir de su tierra y buscar un nuevo hogar.

1 Corintios 10:14: "Por lo tanto, mi amado, me escapé de la idolatría". La historia del sacerdote idólatra en los jueces 18 sirve como un recordatorio de que la adoración de los ídolos es un delito grave a los ojos de Dios.

Joshua 18:3 ", dijo Joshua a los hijos de Israel, ¿cuánto tiempo serás negligente al pasar la tierra que te dio el Señor Dios de tus padres?" La búsqueda de Dan de una nueva tierra en los jueces 18 refleja la importancia de poseer y cuidar las tierras que Dios nos ha dado.

Deuteronomio 20:16-17: "Pero de las ciudades de estas naciones, que el Señor tu Dios te da por herencia, nada que hayas impresionante. Antes, antes, los destruirás totalmente: los hites, los amoritos, los cananeos , los Ferebeites, los Heveus y los Jebuses, como el Señor tu Dios te ordenó ". La conquista de Lais por los hombres de Dan en los jueces 18 es similar a la conquista de la tierra por los israelitas en el Antiguo Testamento, siguiendo las instrucciones de Dios para tomar posesión de la tierra prometida.

2 Samuel 7:10: "Y prepararé un lugar para mi gente, para Israel, y lo plantaré para que pueda habitar en su lugar, y nunca ser retirado, ni los hijos de la maldad lo afectaron más, como antes". El deseo de Dan de un nuevo hogar en los jueces 18 es similar al deseo de Dios de encontrar un lugar permanente para su pueblo, donde pueden vivir en paz y prosperidad.