1. Hermanos, el buen deseo de mi corazón y la súplica que dirijo a Dios es que consigan su salvación.

2. Yo soy testigo de que buscan ardientemente a Dios, pero sin saber cómo,

3. pues no reconociendo la justicia de Dios y buscando establecer la justicia propia, no se sometieron a la justicia de Dios;

4. porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.

5. Moisés dice de la justicia que viene de la ley que el hombre que la practica, por ella, vivirá.

6. Pero la justicia que viene de la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para hacer bajar a Cristo),

7. o ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).

8. Pero ¿qué dice la Escritura? La palabra está cerca de ti, en tu boca, en tu corazón, esto es, la palabra de la fe que proclamamos.

9. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás.

10. Con el corazón se cree para la justicia, y con la boca se confiesa la fe para la salvación.

11. Pues dice la Escritura: Todo el que cree en él, no será defraudado.

12. No hay distinción entre el judío y el griego, porque Jesús es el mismo Señor de todos, rico para todos los que lo invocan.

13. Por tanto, todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.

14. Ahora bien, ¿cómo van a invocar a aquel en quien no creen? ¿Cómo van a creer en él si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír hablar de él si nadie les predica?

15. Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Bienvenidos los que traen buenas noticias!

16. Pero no todos prestaron oído al evangelio, porque Isaías dice: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación?

17. Por consiguiente, la fe proviene de la predicación; y la predicación es el mensaje de Cristo.

18. Yo pregunto: ¿Es que no han oído? Sí, lo han oído. Porque dice la Escritura: Por toda la tierra se extendió su voz, y hasta los confines del mundo llegaron sus palabras.

19. Pero digo además: ¿Será que Israel no se ha dado cuenta? Moisés dice: Yo os provocaré a celos de uno que no es mi pueblo, y os irritaré contra un pueblo insensato.

20. Isaías se atreve a decir: Me encontraron los que no me buscaban y me manifesté a los que no preguntaban por mí.

21. Pero a Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo incrédulo y rebelde.





“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina