4. Transcurrido el tiempo de duelo, José habló a los principales de la casa de Faraón de esta manera: «Si ustedes realmente me aprecian, les ruego hagan llegar a oídos de Faraón lo siguiente:





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina