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te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tus descendientes, que serán tan numerosos como las estrellas del cielo o como la arena que hay a orillas del mar. Tus descendientes se impondrán a sus enemigos. (Génesis 22, 17)
por el Dios de tu padre, el que te ayuda, por el Dios Todopoderoso que te bendice: ¡bendiciones de los altos cielos! ¡bendiciones del abismo que yace abajo! ¡bendiciones de los pechos y los senos! ¡bendiciónes de tu campo y de tu establo! (Génesis 49, 25)
Las bendiciones de tu padre han sobrepasado a las bendiciones de los montes seculares, y a las venturas de las lomas eternas. Todas ellas descansen sobre la cabeza de José sobre la frente del que ha sido consagrado en medio de sus hermanos. (Génesis 49, 26)
«Cuando hayan pasado el río Jordán, las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín se pondrán en el monte Garizim para repetir las bendiciones sobre el pueblo, (Deuteronomio 27, 12)
Entonces vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las bendiciones siguientes, por haber obedecido a la voz de Yavé, tu Dios: (Deuteronomio 28, 2)
Estas son las bendiciones que Moisés dio a los hijos de Israel antes de morir. Dijo: (Deuteronomio 33, 1)
De madrugada partieron juntos a la boda. Al entrar en la casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa; se Tobantó y abrazó a Gabael, que se echó a llorar y le bendijo así: «¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado y bueno, justo y limosnero! Que el Señor te conceda las bendiciones del ciclo a ti, a tu mujer, al padre y a la madre de tu mujer. ¡Bendito sea Dios, que me ha permitido ver un vivo retrato de mi primo Tobit.» (Tobías 9, 6)
Tú le presentas buenas bendiciones, con oro fino coronas su cabeza. (Salmos 21, 4)
Has puesto sobre él bendiciones eternas, tú lo haces feliz con tu presencia. (Salmos 21, 7)
El Señor dará fuerza a su pueblo, dará a su pueblo bendiciones de paz. (Salmos 29, 11)
Las bendiciones descenderán sobre la cabeza del justo, pero los gritos de los malvados quedarán ahogados. (Proverbios 10, 6)
Los que saben sancionar se encontrarán a gusto, serán colmados de bendiciones. (Proverbios 24, 25)