Trouvé 193 Résultats pour: Abrahán

  • Se sabe que Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abrahán cuando volvía de derrotar a los reyes; bendijo a Abrahán (Carta a los Hebreos 7, 1)

  • y Abrahán le dio la décima parte de todo el botín. El nombre de Melquisedec significa «rey de justicia», y además era rey de Salem, o sea, «rey de paz». (Carta a los Hebreos 7, 2)

  • ¡Imagínense quién puede ser este hombre al que nuestro antepasado Abrahán entrega la décima parte del botín! (Carta a los Hebreos 7, 4)

  • Solamente los sacerdotes de la tribu de Leví están facultados por la Ley para cobrar el diezmo de manos del pueblo, es decir, de sus hermanos de la misma raza de Abrahán. (Carta a los Hebreos 7, 5)

  • Y aquí Melquisedec, que no tiene nada que ver con los hijos de Leví, cobra de Abrahán el diezmo y después bendice a Abrahán, el hombre de las promesas de Dios; (Carta a los Hebreos 7, 6)

  • Además, por así decirlo, cuando Abrahán paga el diezmo, lo paga con él la familia de Leví, (Carta a los Hebreos 7, 9)

  • pues de alguna manera Leví estaba en su abuelo Abrahán cuando Melquisedec le vino al encuentro. (Carta a los Hebreos 7, 10)

  • Por la fe Abrahán, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país que recibiría en herencia, y partió sin saber adónde iba. (Carta a los Hebreos 11, 8)

  • Por la fe Abrahán fue a sacrificar a Isaac cuando Dios quiso ponerlo a prueba; estaba ofreciendo al hijo único que debía heredar la promesa, (Carta a los Hebreos 11, 17)

  • Abrahán pensó seguramente: Dios es capaz de resucitar a los muertos. Por eso recobró a su hijo, lo que tiene un sentido para nosotros. (Carta a los Hebreos 11, 19)

  • Abrahán, nuestro padre, ¿no fue reconocido justo por sus obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (Carta de Santiago 2, 21)

  • Esto es lo que recuerda la Escritura: Abrahán creyó en Dios, y por eso fue reconocido justo, y fue llamado amigo de Dios. (Carta de Santiago 2, 23)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina